Viajar con niños

Ya están aquí las vacaciones de Semana Santa y si tenemos suerte podremos salir a pasar unos días de descanso. No vamos a hablar de que llevar en la maleta ni de  los mejores destinos con niños si no del "viaje", el trayecto, propiamente dicho. Desde el momento en que cerramos la puerta de casa hasta que llegamos a nuestro destino. Un buen trayecto hará que las vacaciones empiecen de la mejor forma posible.

Debemos tener en cuenta la duración del trayecto. Si viajamos en coche es bueno tener pensada alguna parada pero no debemos ser estrictos ni con horarios ni con nada. Estamos de vacaciones, debemos recordarlo las veces que haga falta. 



Es importante llevar ropa cómoda y comida sobre todo fruta y alguna chuchería (esta vez por una buena causa pues el azúcar ayuda a evitar el mareo) y agua (mucha agua). Ayudan mucho las pequeñas neveritas para llevar zumo o  yogur (¡no olvidar las cucharillas!). Conviene llevar siempre toallitas húmedas, pañuelos de papel, una mantita por si el aire acondicionado es muy fuerte y una muda por si acaso (para los más pequeños sobre todo).

El coche probablemente es lo más cómodo para viajar con niños, nos permite hacer todas las paradas que sean necesarias y descansar tantas veces como queramos, aunque tampoco es conveniente hacer el viaje "eterno" hay que hacer paradas pero no excesivamente largas para no "cansar" aún más a los niños. A algunas personas les gusta viajar de noche para que los niños vayan dormidos y no molesten pero la verdad es que los viajes en coche son un gran momento para disfrutar en familia ya sea jugando a los clásicos juegos de palabras, adivinanzas y a cantar nuestras canciones favoritas. Además, existen muchos objetos adaptados para viajar con niños en el coche. Me gusta especialmente este con el que los niños pueden ir pintando o jugando con su juguete favorito mientras van bien sentados en su silla (que debe estar siempre adaptada a su edad y peso).


Organizador de juegos

Ya hablamos también de que es una buena idea llevar cuentos grabados como alternativa al DVD portatil pero también podemos ir inventando nuestra propia historia según las cosas que vemos pasar por la ventanilla o imaginar como será el lugar a donde vamos, si es que no hemos estado nunca. 

Si tenemos que coger un avión debemos llegar al aeropuerto con dos horas de adelanto (como mínimo). El aeropuerto es un lugar que en sí mismo es una distracción para los niños, la gente, las tiendas (cuidado con el Duty Free), el control de equipaje y por supuesto, los aviones, todo llamará su atención por lo que no hay que llevar demasiadas cosas para "entretenerles" en esta parte del viaje. No tengamos miedo a pasar esas horas en el aeropuerto pero nunca perdamos de vista a los niños, aquí especialmente hay que andar con mil ojos, como en cualquier estación. El problema es el momento de vuelo, no es el medio de transporte más recomendable para los niños. Si el vuelo es bueno no habrá ningún problema pero las turbulencias pueden causar momentos complicados en los que tendremos que mantener la calma y saber tranquilizar a nuestros hijos. Además las limitaciones de movimiento, de espacio y de equipaje hacen difícil poder llevar juguetes o entretenimientos, y tampoco podemos ponernos a cantar tranquilamente. Es buena idea llevar un cuaderno para dibujar e ideas para hacer papiroflexia (valen barquitos, aviones, flores, no es necesario hacer elefantes o mariposas). Al menos, de momento, por llevar papel no ponen demasiada pegas.

Es importante recordar que cuando viajamos en avión con niños es necesario el DNI o el pasaporte. No debemos molestarnos porque nos lo pidan incluso sabiendo que no es obligatorio en todas las ocasiones, más bien al contrario, deberíamos exigir que fuera necesario siempre también para los niños para evitar posibles males mayores

FlyeBaby
Para los más pequeños venden estas hamacas de viaje que son muy cómodas y prácticas. Se adaptan al avión y al tren.

El tren para mi es lo más cómodo, también es lo más económico pues los niños no pagan hasta los 4 años, sin ocupar plaza, aunque tras el último viaje decidí que pagaría la plaza del peque porque ya empieza a pesar... Cuando compramos el billete es bueno elegir el vagón más cercano a la cafetería, no porque vayamos a ir a tomar algo (los precios son exagerados) pero es muy cómodo para levantarse y pasear ¡la gran ventaja del tren frente al autobus y el avión! y en este vagón además suele estar el baño adaptado y con cambiador. Otra ventaja del tren es que  prácticamente no hay limitación de equipaje (aunque tampoco conviene pasarse) y puedes llevar comida. Si viajamos toda la familia lo mejor es coger una de las plazas con mesas que hay en algunos vagones, son perfectas para jugar, comer, pintar... por lo que conviene llevar un buen surtido de chuches y cuadernos para colorear. Explicarles a donde vamos tantas veces como haga falta, si vamos a ver a la familia es muy bonito llevar fotos de las personas a las que vamos a ver, sobre todo si las vemos poco. Lleva una mochilita a parte, más pequeña con la documentación, el dinero, el móvil y algunos de los juguetes favoritos de los niños. Esto es muy cómodo para los paseos de arriba a bajo desde la cabina hasta el vagón de cola. Lo bueno es que, al contrario de lo que pasa en los aviones, la gente del tren va más relajada y es más abierta y atenta con los niños (comprobado) supongo que se deberá al nivel de estres y miedo que nos provoca el avión (a casi todos). Si tenemos que hacer algún trasbordo comprobar bien las horas y tiempos de espera. Si podemos es bueno salir después de comer para que los niños se echen la siesta y el viaje se haga más corto.

Como siempre, en cualquier caso, paciencia y cariño. Estamos de vacaciones







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